El activista inteligente

Publicado en El Caballo de Nietzsche, el blog animalista de ElDiario.es

“Un activista eficaz de verdad es, en el fondo, un psicólogo”. Con esta premisa arranca Cambio en el corazón, el libro que  Nick Cooney escribió para ayudar a otras personas que como él buscaban un cambio social. Llega a España publicado en la colección LiberÁnima, un trabajo conjunto entre  Plaza y Valdés Editores eIgualdad Animal, para quien van destinados los beneficios de su venta. Se trata de mejorar los recursos invertidos en sensibilización, impacto y el logro de metas concretas con ayuda de las técnicas de psicología que están al alcance de cualquier organización. “A veces es mejor invertir 3.000 euros en hacer un estudio que continuar con una campaña a ciegas”, explica Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal y autor del prólogo de la edición española de Cambio en el corazón.

igualdad animalHerramientas como la técnica ‘del pie en la puerta’ vale para cualquier organización, ya sea grande o pequeña, de ecologismo, derechos animales o laborales. Cooney explica con ejemplos reales cómo cuando se pide algo a una audiencia general es muy posible que rechace nuestra propuesta en un porcentaje muy alto. En cambio, al ir a pedirle algo un poco más asequible para ellos, acaban aceptándolo e incluso respondiendo de una manera gradual más positiva a la petición ambiciosa del principio si se la volvemos a hacer. Esto pasó cuando una ONG se seguridad vial pidió a un vecindario colocar carteles en sus puertas con el eslogan ‘Conduzca con cuidado’. Al ver las dimensiones del cartel muchos se negaron. Cuando les propusieron cambiar los carteles por unas pegatinas de 10 cm prácticamente todos aceptaron. Lo curioso es que cuando volvieron a pedirles situar los carteles en las puertas de sus casa el sí pasó de un 17% de la primera vez a un 76%. Las pegatinas fueron ‘su pie en la puerta’.

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Mucho más que bombones

Los talleres de repostería están de moda. Mucha oferta y mucha demanda. Y alguien ve una dimensión diferente en ese contexto. ¿Por qué no usar esa sensación de sentirte bien con algo hecho por tus propias manos para mejorar las habilidades sociales de los que más lo necesitan? Esa fue la pregunta que se hicieron Celia y Almudena, psicóloga y maestra especializada en lenguaje y audición respectivamente, cuando antes de verano se encontraron ambas sin trabajo.

Alce ReposterapiaAunque de perfiles diferentes, se dieron cuenta de que se complementaban a la perfección para atender a niños con necesidades especiales. Mientras los conocimientos de Celia ayudaron en los campamentos con chavales con discapacidad intelectual, Almudena podría aportaba en los mismos el enfoque pedagógico y la lengua de signos como herramientas. Así que se pusieron manos a la obra a desarrollar un concepto nuevo: la resposterapia. «No se trata de hacer magdalenas, si no que a través de la actividad el niño con autismo logre seguir los pasos, otro con problemas de sociabilidad pueda trabajar con compañeros o una chica con discapacidad visual sepa que también puede hacer galletas», explican estas dos emprendedoras que no tuvieron pocos problemas burocráticos en su proyecto.

«No es un gabinete psicológico, ni un taller de cocina, ni una academia, así que tuvimos que inscribirnos en una categoría cajón de sastre en el ayuntamiento». Una dicisión que conlleva adaptar el local, blindar la cocina para evitar accidentes, comprar el material necesario, etc. Todo ellos sin mucha más ayuda que su propio dinero ahorrado y algún asesor municipal. Todo un logro, una aventura y una ilusión que espero que tenga mucho, mucho futuro.

Reportaje sobre Alce Reposterapia en Agareso: http://goo.gl/U43Ac