Cacique malo, cacique ¿bueno?

Llevo cinco años viviendo en Galicia y me sigo sorprendiendo de ciertas cosas. Vengo de una comunidad que conoce y mucho la corrupción, el enchufismo y los favores de poder. Sólo hace falta seguir la lista de familiares de Esperanza Aguirre que se han aprovechado y se aprovechan de su cargo público. Pero lo de Galicia es increíble. Cuando ocurrió el desastre del Prestige, toda España daba por hecho que el reinado Fraga iba a llegar a su fin por la mala gestión del PP en la deriva del barco. Pero llegaron las elecciones y esto no ocurrió. No sólo hay un por qué de esta realidad, y no sólo hay un escenario que explique este resultado.

FOT: César GorrizFue pasando el tiempo, el bipartito, el resurgimiento de Feijóo, la inmunidad al movimiento 15M, las casi inexistentes elecciones europeas y, lo más interesante, las municipales. Ese es el verdadero termómetro del pueblo gallego. Pueblos en los que los alcaldes llevan más tiempo que la Democracia en sus cargos, que fueron puestos por un gobernador franquista, que retan al PP presentándose por su propio partido y sacan mayorías absolutas. Uno ejemplo y mil más que definen y dibujan el panorama del Caciquismo con mayúsculas en Galicia en el siglo XXI.

Mi reportaje para el diario Gara en este enlace. Las fotografías son del fotógrafo gallego afincado en Barcelona César Górriz. Más fotografías suyas sobre la Galicia rural en Groundpress

El transporte público, fuera de carril para el PP

Ayer, la Plataforma pola Mobilidade de A Coruña llevó a cabo una acción muy sencilla pero muy efectiva. Miembros de las diferentes asociaciones vecinales, ciclistas y ecologistas que forman la plataforma se subieron a los buses más concurridos de la ciudad la hora punta de la tarde. Con chalecos reflectantes, fueron repartiendo trípticos en los que se explica la diferencia entre optar por el vehículo privado o el transporte público par moverse. Contaminación acústica, atmosférica, atáscos, problemas de aparcamientos, etc.

Video de la acción: http://vimeo.com/m/36954092

Hace unos meses, no es que ciudad fuera rival de Vitoria como Capital Verde de Europa pero sí que era un lugar en el que los buses urbanos tenían preferencia, cumplían sus horarios y los usuarios podían usarlos sin miedo a llegar tarde al trabajo. Pero en diciembre, el nuevo alcalde, el popular Carlos Negreira, decidió arrancar sin plan alternativo las aletas que separaban el carril bus de los carrilles para vehiculos, sustituyendo estos por aparcamientos. Despúes, se sacó de la manga que esas plazas serían parking express y se inventó unas líneas naranjas en el suelo que pese a contrariar todas las reglas de circulación de España venían acompañadas de una ambiciosa (y cara) campaña publicitaria.

Algunos comerciales de las calles por las que pasan la mayoría de los buses habían pedido la desmantelación de esta herramienta impulsada por el anterior regidor (el socialista Antón Losada) porque creían que así la gente se acercaría a comprar más. Ahora, una vez impuesto el plan sin plan, se dan cuenta de que la gente no usa el parkin express para hacer sus comprar e irse, sino que esas plazas son usadas por los propios comerciantes y sus empleados para aparcar. Y su calle se llena de cláxon, atacos, coches aparcando y paralizando calles, dobles filas y paradas de autobuses llenas de gente que llegan tarde.

La Plataforma pola Mobilidade no sólo pide que se restaure el carril bus. Esta era una primera parte de lo que debería venir después: reestructura de los recorridos de los buses para cubrir las zonas de la cuidad mal comunicadas, un plano coordinado de trenes, autobuses y transporte marítimo, fomento del uso de la bicicleta, más zonas de prioridad para los peatones, transporte público en horario nocturno, revisión de las tarifas (con precios proporcionales mayores que los de Madrid), etc.

Son propuestas que muchos pueden alegar que cuesta dinero, pero arrancar el carril bus, cambiar la señalización de todas las calles, poner cámaras de seguridad para vigilar el parking express y el convenio con las empresas de la ORA sí que sale por un pico. La inversión del otro sistema ya estaba hecha.