Una forma de comercio que cambiará el mundo

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Cuando hablamos de productos de Comercio Justo, muchas personas sólo piensan en café, chocolate o algún objeto de artesanía que compramos para un regalo en Navidad. Pero esta etiqueta y esta filosofía de consumo va más allá de ese pequeño detalle. Tanto, que en este momento de crisis y de desplome del capitalismo, uno de los países más afectados por la situación ha triplicado el consumo y el número de tiendas de Comercio Justo: Grecia.

Según el portavoz de Panxea, Gonzalo, esto se debe a que se han dado cuanta de que las reglas del mercado -margenes de beneficio abusivos, distribuidores poco transparentes, grandes superficies que copan los sectores- no son buenas para nadie y hay que darles de lado. Una idea, la del activismo de bolsillo, que ya había captado muchos adeptos en nuestro país que apostaban por asegurar derechos laborales a los productores, igualdad de oportunidades, respeto a las culturas minoritarias y al Medio Ambiente.

Otros descubren los productos de Fair Trade por su calidad, desterrando la idea de que estos productos son caros -de hecho, si buscamos un chocolate, por ejemplo, con mismo porcentaje de cacao muchas veces tendremos que ir a una tienda gourmet. ¿Y si la crisis no permite seguir comprando igual? Pues adecuaremos nuestro consumo a nuestras necesidades, aproximándonos aún más a la idea de un consumo responsable.

Reportaje sobre el Día Mundial del Comercio Justo, 12 de mayo, en Praza Pública:

http://praza.com/movementos-sociais/905/o-comercio-xusto-galego-reinventase-para-facer-fronte-a-crise/

Gandhi sería detenido en España

Como dijo Puig, el objetivo de los Gobiernos actuales es que «la gente tenga más miedo al sistema«. La causa no es un aumento de crimenes ni de los conflictos entre ciudadanos. De hecho España tiene uno de los índice de presos más altos de Europa, pero una de las tasa de criminalidad más bajas. Amén de uno de los Códigos Penales más restrictivos. No lo suficiente, parece, a razón de lo anunciado esta misma mañana por el Ministro de Interior. No sólo no van a dejar de aplicar la ley antiterrorista a los que ejerzan violencia callejera en Euskadi, sino que la van a extender.

Yo no te confundas. Si vas a una manifestación y no rompes nada, no estás a salvo. El Gobierno de Rajoy te acusará de «atentado a la autoridad» si te resistes pasivamente o de forma activa en una protesta. Algo que está directamente ligado al movimiento 15M, a sus expresiones espontáneas y a cualquier forma de protesta que no tenga permiso explícito de las delegaciones de Gobierno. Una papelito cada vez más difícil de conseguir, sobre todo a medida que la política de recortes del PP se va cargando más piezas del sistema de bienestar.

Ah! Y para aquellos que pensaban que firmar una petición online o animar a las manifestaciones en las redes sociales no es suficiente, les diré que para el Gobierno lo será. Suficiente para cambiar el sistema no. Pero suficiente para acusarte de «integración en organización criminal». Se supone que será para aquellos que animen por Internet protestas violentas, pero bastaría con que la manifestación acabe con disturbios para ir a por aquellos «agitadores».  Y ya sabemos lo bien que se le da a algunos elementos más que sospechosos crear problemas.

El objetivo no es el que aseguró Puig, sino cubrirse las espaldas para el panorama que se avecina. ¿Reforma laboral? Huelga masiva ¿Recortes sociales? Protestas en todas las ciudades ¿Más precariedad y menos capacidad adquisitiva? Menos qué perder y mucha más gente desesperada. Rajoy no sólo mira a Alemania, también mira para Grecia.