La otra cara del Camino de Santiago

Publicado en El Cabalo de Nietzsche

El Camino de Santiago es un reclamo turístico del norte de España, parte de Portugal y parte de Francia, que atrae a millones de peregrinos de cientos de nacionalidades. La imagen que éstos se lleven a casa de su experiencia es vital para que en la próxima temporada el éxito se repita, y sean muchos más los visitantes que activen la economía en las localidades por las que pasa. Una parte de ese éxito es que el Camino transcurra sin incidencias, justo lo contrario que ocurre cuando te encuentras un perro abandonado.

Erika, una italiana que hizo el recorrido en abril junto a unas amigas, recuerda que encontraron a una cachorrita sola. Su primera reacción fue llamar a la policía. “Me dijeron que en ese momento iban a comer y que no tenían tiempo para perros”, recuerda. Después llamaron al refugio de animales de Santiago de Compostela y obtuvieron otra negativa. “Nos dijeron que tenían muchos perros y que no había sitios para otros más”, explica Erika.

Xavi tuvo una experiencia similar a ocho kilómetros de Arzúa, en A Coruña. Allí encontró a un perro al que casi atropellan y que según el propio peregrino “apenas podía moverse”. Cuando se le pregunta quién le ayudó, se muestra decepcionado. “Me ayudaron, dándome comida y una cuerda, otros caminantes que había conocido. Los aldeanos de la zona solo respondían ‘tengo prisa’, ‘voy al trabajo’ o ‘qué va a ser mío ese perro’. Llamé tres veces a Protección Civil y me dijeron que ya venían. Pero estuve cinco horas esperando allí y no apareció nadie”. Finalmente, como en el caso de Erika, Xavi se lo comentó a un amigo y juntos encontraron APACA por internet.

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Orentino y la soledad

Artículo de Christian Sellés

Suenan las campanas… Tocan a muerto, como tantas otras veces en la aldea pero hoy se escuchan más cercanas. Antes de las campanas sonó el móvil, «Orentino acaba de morir», ya no podré mirar con él e intentar explicarle cómo funciona la cámara de vídeo que acababa de comprar…

No sé si será el primer recuerdo que tengo de él, pero sí el que quiero mantener de partida: su música los domingos por la mañana. Coplas, pasodobles, jotas, Manolo Escobar, El Fary, Diana Navarro… Alta, muy alta, poniendo banda sonora a la aldea y compitiendo con el repicar de la misa de la iglesia. A algunos les hacía gracia, a otros les molestaba y a mí, viviendo a su lado, me alegraba por poco que hubiera dormido porque a él le daba vida, y la vida a alguien no se le niega nunca.

IMG_20150721_183743Orentino tenía 89 años, era un secreto que tenía cuando le preguntaban la edad que tuvo que confesarme al venir a mi casa un día para que le revisara la factura del teléfono. Para cambiar su contrato, haciéndome pasar por su sobrino, necesité su DNI y ahí estaba como fecha de nacimiento el 25 de diciembre de 1925, » aínda que nacín antes, o meu pai tardou uns días en rexistrarme «. Nunca le guardé el secreto y siempre presumí de lo bien que estaba a sus años.

Vivíamos pegados, su casa se encuentra en un espacio extraño entre dos fincas, queda encajonada y no tiene terreno, algo cuanto menos peculiar en una aldea gallega. Nos acostumbramos a saludarnos por cortesía, como buenos vecinos en el ascensor, con la mano, con un leve movimiento de cabeza, con un «ata logo». Siempre con su bigote perfectamente definido, recortado y peinado, el que le confesé un día que me daba envidia cuando me dejé barba porque a mí no se me daba tan bien y él sonreía orgulloso. «Ti es o de Madrid?», porque aquí soy el madrileño, por mucho tiempo que pase o lleve… Y ahí empezó todo.

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Cadenas permanentes, jaulas invisibles

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Artículo publicado en El Caballo de Nietzsche

Crean una web para denunciar casos de perros permanentemente encadenados

Su vida se desarrolla en un pequeño espacio. Aunque alrededor tienen mucho patio o incluso hectáreas de campo, solo se pueden mover entre tres o cuatro metros en cada sentido. En ese espacio tienen (cuando lo tienen) su cuenco de agua, su comedero, su lecho y el lugar donde se ven obligados a hacer sus necesidades. Están atados con una cadena al cuello durante 24 horas. Esta es la vida de Lúa, Pancho o Pirri. Perros y perras que, aunque tienen familia, no tienen un hogar. Se trata de una práctica común, sobre todo en el mundo rural, donde algunas personas piensan que esa es su «utilidad»: vigilar una finca, advertir de los extraños o simplemente estar en el patio.

“Queremos visibilizar que eso es maltrato contra los animales, que es un hecho denunciable y que como sociedad debemos rechazarlo”, explica Rubén Pérez, portavoz en Galicia de  Libera!, organización que junto a la  Fundación Franz Weber ha puesto en marcha la campaña Sen Cadeas’ (Sin Cadenas). Se trata de una web donde cualquiera que vea esta situación puede contarlo, indicando el lugar exacto, añadiendo fotos y dando el mayor número de detalles. Aunque Libera! pide los datos del denunciante, se trata solo de una medida para evitar falsos avisos y nunca se trasmitirán a terceros. Algunos acabarán en denuncia formal ante los tribunales y otros, en un aviso por carta al propietario legal con consejos para que mejore la situación y calidad de vida de su perro, pero todos se reflejarán en el mapa de la vergüenza y los malos tratos de la web.

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Visibilidad gráfica: los ojos de la sociedad

Después de trabajar en varios medios, llegué a uno que se iniciaba. Y después de tres años, en plena etapa en la que las cosas empiezan a fluir, los equipos están encajados y el público crece a buen ritmo, los propietarios del diario decidieron cerrarlo. Una historia como la de muchos: que si la crisis del papel, que si reforzar la web, que si un nuevo modelo. Y el mismo resultado de siempre: todos a la calle. De ahí nació mi necesidad de seguir contando historias que me encontraba. En un medio que no tuviera tantas limitaciones y que me permitiera unir sinergias de mis trabajos personales con las colaboraciones que venía haciendo en medios alternativos.

Presentación ground pressPodemos decir que para Ground Press la necesidad era la misma para unirse. Un puñado de fotógrafos que coinciden en Barcelona y que se quejan de la cantidad de trabajos gráficos que no encuentran compradores en los medios tradicionales. Y deciden que esas imágenes tiene que ver la luz, sea como sea. y qué mejor que hacerlo unidos, con el límite de su propia responsabilidad y su profesionalidad. Muchos esfuerzo con una recompensa muy diferente a la meramente económica.

Ahora, después de meses de trabajo, experimentación y con mucha materia prima en esta sociedad tiemblan, deciden encartarlo todo y ofrecerlo como libro digital a los interesados. Imágenes y textos que cuentan la realidad que existe detrás de esos retratos, paisajes o acciones. Entre ellas una colaboración entre quien escribe y el fotógrafo Cesar Gorriz: el retrato de la Galicia cacique justo antes de las elecciones del pasado otoño. 

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Preferentes: Duele más la confianza violada que el dinero estafado

Hace tiempo que quería hacerlo y tenía que haberlo hecho antes. He pasado un día con afectados por las preferentes en Ourense. Hablemos con propiedad. Estafados con preferentes y subordinadas. Unas perpétuas y otras hasta 2018, 2020, 2050. Que teniendo en cuenta la edad de los engañados, es como si fueran perpetuas.

Afectados por las preferentes en sucursal de NGB
Afectados por las preferentes en sucursal de NGB

Les seguí por diferentes sucursales donde jugaban al rato y al ratón con los mandamases en Ourense de NovaGaliciaBanco, que tenían que acompañarles a todos lados. Ya llevan muchos meses haciéndolo  les conocen y conocen a todos los empleados. Esos que se enfrentan a una ERE de 800 personas. Y esos que les engañaron. Poco a poco se van a acercando a mí, que intento sacar fotos de la protesta con disimulo ya que el jefe de área me ha llamado la atención en varios momentos. «¿Ves esa de ahí  Pues era como mi hija. Venia a comer a casa y todo. Ahora, no quiero verla ni en pintura», me cuenta Manuel bajito, que nunca se imaginó a su edad protestando porque le han quitado sus ahorros.

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