
Ayer el trabajo y un poco las ganas, me llevaron a un sitio dónde normalmente me es difícil sentirme cómoda: una parroquia. El truco era que no era una iglesia como otras, era la parroquia San Carlos Borromeo. Se trata de un lugar con mucha memoria del movimiento social y obrero desde los años 80. Primero fue la droga, la persecución de la inmigración, la falta de futuro de los jóvenes. Ahora lo son los recortes, la falta de sanidad para muchas personas, el peligro de que acaben con la calidad de la enseñanza pública, sigue siendo la persecución de la inmigración, etc. Os invito a que veáis más de su historia en su web. Sigue leyendo «Sobre los memoriales, un lugar de peregrinaje, turismo y (a veces) memoria»