Llegó el día: ya no tengo derecho a decidir

267275_474002832631081_1825053547_nRealmente estaba esperanzada en que no llegaría este día, pero no fue así. Aún recuerdo que las primeras colaboraciones que hice para Praza Pública en 2012 ya fue sobre la contrareforma anunciada por Gallardón. Se titulaba «Una mala reforma da lei podería traer de novo os abortos clandestinos«. Algunos de los médicos de clínicas abortivas destacaban que lo primero que harían sería dificultar el acceso a la intervención subvencionada por dinero público. Una especie de privatización que traería consigo lo de hace 30 años: las ricas se iban a Londres y las pobres se arriesgaban en casa.

Además de esto, los médicos estaban preocupados por si se volvía a la ley de supuestos, que obligaba a la mujer a mentir. La mayoría de los abortos se situaban en el supuesto de la salud de la madre. Salud física y mental, por lo que muchos médicos marcaban esta última casilla y las mujeres tenían que pasar por locas, deprimidas o vete a saber que más. No había una casilla de ‘soy adulta y yo decido qué pasa en mi cuerpo’. Volver a mentir, era el gran miedo. Pues se quedaron muy cortos. Resulta que la salud del feto tampoco importa. Ni una vida de sufrimiento por as malformaciones con las que pueda nacer.

Sigue leyendo «Llegó el día: ya no tengo derecho a decidir»