Palestina: “Noor le ha cambiado la vida a las mujeres”

Publicado en El Asombrario

Si tener un hijo con discapacidad ya es un reto para cualquier madre o padre, esto resulta una dificultad extrema si se vive en un campo de refugiados. Pero la unión hace la fuerza y en la asociación Noor del campo palestino de Aida en Belén lo saben. En este comienzo de curso, ‘El Asombrario’ estuvo allí para marcar cuáles son nuestras prioridades, las realidades que nos interesan y nos distancian de otros medios: para comprender la dureza de la vida de estas mujeres que viven sitiadas por los soldados israelíes.

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Para conectar no hace falta ni palabras ni miradas

Publicado en Publicoscopia

Tamy
Tamy

Cuando Tamy llegó a APAMaG supuso un reto para todas y todos. Aunque hayan pasado centenares de perros y gatos por la protectora de Madrid-Guadalaja, Tamy es un caso muy especial. Llegó encogida, como queriendo desaparecer, con la mirada perdida, esquivando cualquier contacto con personas. Nueve kilos y unos tres años de miedo, desconfianza y sobre todo sufrimiento. Buscarle una casa de adopción conllevaba rehabilitarla como perra, que volviera a vivir y no solamente sobrevivir como hasta ahora lo había hecho. Para esta recuperación es vital saber lo que le ha provocado esta reacción, aunque como en la inmensa parte de los perros rescatados nunca se sabrá. Aunque como ella ha demostrado, muchas veces no es necesario hablar ni mirarse a los ojos para comprenderse.

La protectora tuvo la suerte de contar con Educan, donde ayudaron con los primeros pasos de la vuelta a la vida de Tamy. El descanso, la comida y el cariño resucitaron poco a poco a esta podenquita rubia de trufa rosada. En poco tiempo llegó la prueba de fuego: pasarla a una casa de acogida. Tuvo que ser una familia especial, con mucha paciencia, con experiencia en casos extremos de miedo, que siguiera las pautas. Y así fue. Cada vez que Tamy se dejaba peinar, cogía de la mano un chuche o no huía en la calle, era un triunfo. Nunca esos pequeños gestos significaron tanto para tanta gente que esperaba cualquier signo de mejoría de esta pequeña apamaguera.

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Mucho más que bombones

Los talleres de repostería están de moda. Mucha oferta y mucha demanda. Y alguien ve una dimensión diferente en ese contexto. ¿Por qué no usar esa sensación de sentirte bien con algo hecho por tus propias manos para mejorar las habilidades sociales de los que más lo necesitan? Esa fue la pregunta que se hicieron Celia y Almudena, psicóloga y maestra especializada en lenguaje y audición respectivamente, cuando antes de verano se encontraron ambas sin trabajo.

Alce ReposterapiaAunque de perfiles diferentes, se dieron cuenta de que se complementaban a la perfección para atender a niños con necesidades especiales. Mientras los conocimientos de Celia ayudaron en los campamentos con chavales con discapacidad intelectual, Almudena podría aportaba en los mismos el enfoque pedagógico y la lengua de signos como herramientas. Así que se pusieron manos a la obra a desarrollar un concepto nuevo: la resposterapia. «No se trata de hacer magdalenas, si no que a través de la actividad el niño con autismo logre seguir los pasos, otro con problemas de sociabilidad pueda trabajar con compañeros o una chica con discapacidad visual sepa que también puede hacer galletas», explican estas dos emprendedoras que no tuvieron pocos problemas burocráticos en su proyecto.

«No es un gabinete psicológico, ni un taller de cocina, ni una academia, así que tuvimos que inscribirnos en una categoría cajón de sastre en el ayuntamiento». Una dicisión que conlleva adaptar el local, blindar la cocina para evitar accidentes, comprar el material necesario, etc. Todo ellos sin mucha más ayuda que su propio dinero ahorrado y algún asesor municipal. Todo un logro, una aventura y una ilusión que espero que tenga mucho, mucho futuro.

Reportaje sobre Alce Reposterapia en Agareso: http://goo.gl/U43Ac

 

Ni portadas ni flashes

Susana Rodríguez, atleta galega, acaba de proclamarse hoy campeona mundial de triatlón en su categoría. Pero no será recibida entre multitudes a su vuelta de Nueva Zelanda, ni abrirá telediarios, ni tendrá un tour por la ciudad subida a uno de esos autobuses de dos plantas. Y no lo será por varias razones: por dedicarse a un deporte minoritario; por pertenecer al equipo femenino; y por ser paraolímpica.

Susana y Mayalen entrando primerasSí, Susana no ve. Es invidente. Compite en tres deportes en uno y lo hace con una guía, la también atleta Mayalen Noriega. Un esfuerzo que realiza en la competición (compatibilizando horarios, buscando entrenadores, clubs, financiación  y fuera de las pistas. Después de haberse licenciado en Fisioterapia, está en segundo curso de Medicina. Este sí que es un ejemplo y una buena candidata para el Premio Príncipe de Asturias.

Mi artículo sobre la gesta de Susana Rodríguez en Agareso.