Publicado en El Salto
“Todas las televisiones vienen cuando hay enfrentamientos de bandas, pero con nuestro desalojo no. Solo quieren el morbo y no la prevención”. Esta queja viene de Vicky Castrillón, una de las integrantes de Alma Latina, la asociación que desde hace 18 años realiza actividades con infancia y juventud para mejorar la integración, evitar la violencia o el bullying, entre otros muchos problemas. El local que llevan ocupando 15 años cerró esta semana sus puertas al no quererles renovar el banco propietario del inmueble. Pese a que la asociación aceptó una subida del 50% del alquiler (de 500 a 750 euros) para poder renovar y seguir con sus actividades en el barrio de Batán, CaixaBank al final decidió dejarlo cerrado. Tuvieron una oferta de compra, donde los interesados se mostraron abiertos a alquilar el local de nuevo a la ONG, pero finalmente se retiraron. “El local carece de interés comercial, dijeron. Por eso ni nosotras, ni la persona encargada del banco, entendemos la decisión de dejarlo cerrado”, comenta Vicky a El Salto, justo después de entregar las llaves y ver cómo ponen una puerta antiocupación al local.
