
Entre los asistentes, personas de todas las edades y de muchas procedencias. También internacionales. “Es un tema que preocupa fuera. Se tiene a España como ejemplo del maltrato animal institucionalizado”, comentan desde la organización mientras la manifestación se organiza para avanzar por la Carrera de San Jerónimo, hasta la Plaza Cánovas del Castillo y terminar en la plaza del Museo Reina Sofía.
Mientras las pancartas se hacen hueco para arrancar, los presentes no paran de comentar que cada vez hay más gente que acude a estas reivindicaciones o que, simplemente no están a favor de la tauromaquia. Y es que los datos están sobre la mesa: en 2017, el 76% de las plazas de toros existentes en España no se utilizaron para el fin principal para el que fueron construidas; las corridas de toros descendieron en más de un 57%; en diez provincias no se celebran ya ningún festejo taurino desde 2016; solo el 24% de las ganaderías de lidia que existen vendieron animales para festejos taurinos en España; y el apoyo a la tauromaquia no para de decrecer entre la población, siendo aún mayor su rechazo entre los jóvenes. De hecho, el 84% de las personas entre 16 y 24 años dicen no sentirse orgulloso de que se sigan realizando estas actividades en su país.
“Estamos convencidos de que la tauromaquia acabará, pero hay ciertos sectores que la mantienen artificialmente. Ya sea inyectando dinero por subvenciones, o tratando de asegurar una nueva generación de aficionados con escuelas taurinas. Aunque podría caer por su propio peso en los próximos años, es nuestra labor acelerar ese proceso, porque no podemos olvidar que cada año son asesinados 20.000 bovinos en espectáculos taurinos”, explica Gonzalo. En esa misma línea se pronuncia Ruth Toledano, periodista, escritora e impulsora de Capital Animal: “El feminismo ha tardado siglo y medio en lograr lo que tenemos y con los Derechos Animales parece que es lo mismo. No podemos esperar a que caiga solo”.
A su paso por el Congreso de los Diputados, los manifestantes giran la vista y gritan ‘vergüenza’.“La sociedad ya sabe que tiene que ocurrir —continúa Toledano mientras sostiene la pancarta con la palabra ‘abolición’—, pero parece que las fuerzas políticas no. El PP corrupto no ha hecho otra cosa que fomentarlo en todos sus gobiernos, el PSOE vive en la incoherencia y los partidos ‘del cambio’ no han tenido la valentía para dar un paso adelante por la abolición. Porque está muy bien que se retiren las subvenciones de ciertos ayuntamientos, pero no es suficiente. ¿Se mantendrá cuando cambie de gobierno? Hay que legislar”.
Esta legislación tendría que pasar por dos procesos, ya que actualmente la declaración de Bien de Interés Cultural protege este tipo de actividades. Por eso, desde la organización se hacen dos reivindicaciones: por un lado deshacer cualquier tipo de reconocimiento y segundo, legislar. Mientras, seguir la hoja de ruta propuesta: acabar con las subvenciones y prohibir que los menores sean espectadores o partícipes de la tauromaquia. “El Comité de los Derechos del Niño se ha dirigido a todos los países donde aún es legal la tauromaquia y les ha advertido de que la exposición a los menores a esta violencia normalizada perjudica su desarrollo. Específicamente, en enero, se ha dirigido a España para instar a que se aleje a las niñas, niños y adolescentes de estas actividades”, recuerda Gonzalo, que insiste que el tema de las subvenciones es muy efectivo a corto plazo. “Ya hemos visto —explica— que la retirada de las subvenciones condena los espectáculos taurinos. Allí donde se han retirado, se han dejado de celebrar”.

Cerrando el evento, con la presentación de todos los colectivos que apoyan la causa y la lectura del manifiesto, llega el momento de los resultados. La organización celebra que este año hayan asistido más de 40.000 manifestantes, diez mil más que el pasado año, y que cada año aumenta la representación de sectores de la población, como la Cultura, la Comunicación y la política. Y también a pie de calle. Mientras unos jóvenes recogen la pancarta siguen gritando ‘ni toros en las plazas, ni vacas en los platos’, otros hablan de liberación animal. Manuel, un activista por los derechos animales, dice estar convencido de que en 25 años ya no habrá espectáculos taurinos en España, pero asegura que eso ya será ir 25 años tarde.