Publicado en Publicoscopia
No es sorprendente para nadie la afirmación de que cada vez son más las personas y en mayor grado que se preocupan por el resto de especies animales con las que convivimos. Una nueva visión de los animales que se aplica en todas las facetas de nuestra vida, desde la alimentación, el consumo hasta el turismo. Lugares exóticos donde en los circuitos se incluyen atracciones con animales: desde paseos en camellos, hasta dar de comer a un bebé de tigre. Sobre lo que hay detrás de esa fotografía que los turistas se llevan para el recuerdo hablamos con Giovanna Costantini Turismo, responsable de proyectos de Turismo Responsable FAADA, una fundación sin ánimo de lucro para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales.
Fundada hace más de una década, es una de las organizaciones que se encargan de concienciar en la industria del turismo sobre que todo no vale a la hora de sacar beneficios. “Trabajamos en cuatro líneas de trabajo: acción social, facilitando información a empresas, personas e instituciones públicas; acción legal, promoviendo la creación de normativas y exigiendo que se cumplan las que ya existen sobre protección animal; y la acción pedagógica, incidiendo en los temarios escolares; y la acción cooperativa”, explica Costantini. Precisamente en esta última línea destaca la iniciativa Turismo Responsable ya que entre sus principales valores está el conseguir el compromiso de otras empresas y organizaciones. “La labor de FAADA –continua la responsable de proyectos de la entidad- es informar y sensibilizar a los principales actores de la industria: agencias de viajes, bloggers de viajes, establecimientos hoteleros, etc. Con su complicidad creemos que será posible crear un sector turístico más respetuoso con los animales y llegar a un mayor número de viajeros”.
Esta colaboración que se plasma lo primero en información y visualización de todo lo que supone la explotación animal: safaris, souvenirs, tradiciones crueles, exhibiciones, cautiverio, caza o pesca, etc. Turismo Responsable explica que detrás del elefante en el que se montan los turistas, existe una historia de secuestro y muerte. FAADA cifra entre 50 y 100 las crías de elefantes que se capturan sólo en Birmania para el turismo, a los que habría que sumar los cuatro paquidermos de la familia de la cría que son abatidos en cada secuestro. Lo mismo con las ofertas para nadar entre delfines o tortugas la inmensa mayoría de veces sacadas apropósito de su entorno natural, las famosas serpientes encantadas que son entrenadas y maltratadas toda su vida, las brutales y muchas veces mortales peleas entre caballos o cerdos o los paquetes que incluyen cazar o pescar en un lugar determinado del globo. O incluso algo más simple y común como lo son los platos llamados ‘tradicionales’.
Los profesionales del turismo concienciados tienen la oportunidad de firmar un convenio con FAADA en el que se comprometen a no ofrecer ese tipo de servicios que impliquen el uso, abuso y explotación animal. Todas ellas aparecen en la web de «Turismo Responsable» y facilita a los viajeros comprometidos en la lucha contra el especismo contactar con ellas. Además, esta fundación da un paso más allá y ofrece «Viajes Solidarios» en los que convertimos unos días de ocio en un tiempo ayudando a los animales. Como el viaje a Grecia para apoyar las reservas de osos (y poder conocerlo más de cerca), o el avistamiento de cetáceos en el Cabo de Creus (Girona). Lo mismo con el listado de centros de rescate y santuarios que ofrece FAADA: una visita que nos acerca a la realidad de estos animales y que con nuestra presencia ayudamos a financiar. Y las asociaciones a las que la campaña Turismo Responsable ayuda, como pequeñas organizaciones en Asia y Centroamérica.
Pero la concienciación no se limita a los touroperadores, agencias o alojamientos, también a los futuros profesionales. “También trabajamos con revistas del sector y colaboramos con universidades y centros de estudio de turismo, para formar en la práctica del turismo respetuoso con los animales cada vez a más personas de la industria”, amplia Giovanna Costantini. Unos pasos hacia un mañana cada vez más esperanzador que se puede medir en el impacto de estos temas en medios de comunicación, revistas especializadas, blogs de viajes y en el número cada vez más creciente de empresas comprometidas y viajeros que demandan estas buenas prácticas. Aunque la barrera del beneficio económico en estos tiempos de crisis es muy dura: “Nuestro reto es que el mensaje de que los animales utilizados en la industria del turismo sufren, están explotados y en muchas ocasiones viven en condiciones muy duras todavía no ha calado del todo. Cada día trabajamos para cambiarlo”.
Conoce las experiencias responsables de los viajeros relacionados con ‘Turismo Responsable’ en su blog.
Consulta los consejos para viajeros comprometidos: lugares, restaurantes vegentarianos, entidades, como denunciar el maltrato…