No hemos fotografiado la excepción. No hemos filmado un caso aislado. No nos hemos metido en granjas de conejos marginales. Han sido 70, en prácticamente todas las provincias españolas. Una de ellas incluso premiada por la industria de productores de carne de conejo.
No vale de nada sus excusas, sus intentos de mejorar su imagen (como la campaña #LaCarneDeModa que resultó un trampolín de denuncia de la tortura que practica Intercun). La gente ha visto cual es el coste de consumir carne de conejo, la desproporcionada crueldad de estos ‘productores’, y por eso se les ha denunciado.
Hablo de la investigación que hace un mes presentaba Igualdad Animal y que no hace otra cosa que destapar lo que diariamente sufren millones de seres sensibles como lo son los conejos. Desde aquí mi agradecimiento a las más de 8000 personas que se han comprometido a dejar de consumir muerte, gracias a los dos activistas que durante dos años se infiltraron en las granjas aguantando la repulsa y dejando imágenes, olores y sonidos en su cabeza con las que tendrán que vivir siempre.
Y gracias, siempre, a Igualdad Animal: facebook.com/IgualdadAnimal