Según los analistas, que en Egipto se declares oficialmente una guerra civil dependerá de lo que hagan los Hermanos Musulmanes. Esos mismos a los que están masacrando ‘legalmente’ desde el Estado y que siguen manteniendo las acciones pacíficas como su única estrategia. ¿Hasta cuando podrán resistir así?
Al margen de que los Hermanos Musulmanes quieran imponer una ley islámica en el país reduciendo así los derechos de la mitad de la población y que una pequeña parte apoye el terrorismo de Al Qaeda, ellos ganaron las elecciones. Fueron depuestos por un golpe de Estado militar. Están siendo asesinados por miles por el terrorismo de Estado. Ahora les quieren ilegalizar. ¿Y lo único que se les ocurre a los analistas es decir que la bola de la guerra civil está en su tejado?
¿Y no lo está en el del gobierno egipcio? ¿En la voluntad del Premio Nobel de la Paz, El Baradei, que como otros galardonados tiene las manos manchadas de sangre pese a su dimisión? ¿Y la comunidad internacional? Dicen que se reúnen de ‘urgencia‘ porque están muy preocupados por la situación. Eso sí, se reúnen cinco días después del jueves sangriento y lo hacen para nada.
¿Y España? Pues celebrando que los turistas que dejan de ir a Egipto podían acabar en nuestras playas. Lamentable. Y ni un sólo titular que hable del provecho que sacan unos pocos con tanto horror. El beneficio económico, una vez más, está por encima de las vidas humanas. Seguro que en esa reunión hablarán de la culpa del ejecutivo interino y de convocar nuevas elecciones, pero ¿alguien propondrá parar la venta de armas al ejército egipcio?
Debe ser por eso que la comunidad internacional aplaudía el golpe de estado del pasado mes de julio como si e hicieran un favor a la democracia del mundo entero.
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