Las hemerotecas están para eso, para destacar mentiras, para sonrojar a políticos indecentes y para subrayar promesas incumplidas. Y siempre valen para eso, estén en la mano que estén. Incluso del que debería sonrojarse.
En estos momentos sigue Rubalcaba hablando de citas, de frases de SMS, de Bárcenas, Cospedal y Rajoy. Sacando títulos y chascarrillos -el tesorero infiel- y utilizando la ya célebre coletilla del presidente del Gobierno ‘Fin de la cita‘. Continúa intentando hacerle entender a Rajoy que se presenta en el Congreso ha hablar de los sobornos en sobres del PP. No de economía, ni del propio Jefe del PSOE. Y que no se ha presentado por voluntad propia.
Esto aburre, claro. No conseguiremos nada más que sonrojarnos por vergüenza ajena y quedar peor de cara al exterior. Esa ‘Marca España’ que tanto le gusta al presidente del Gobierno, detrás de la cual tanto se ha esforzado en escudarse.