No quiero extenderme. Para eso hay un montón de diarios que han escrito el perfil, un homenaje y hasta necrológicas sobre Hessel. Me he quedado a 20 días de poder conocerle en persona. Sabía que estaba enfermo. Cuesta creer que Hessel tuviera 95 años escuchando sus palabras, despertando un discurso que siempre estuvo ahí, pero sólo él supo condensar en 36 páginas. Resumir un espíritu, una necesidad y toda una vida.
Pocos meses después de publicar Indignaos (2011), decía esto a los medios: «Este libro ha transformado totalmente mi vida. Yo era un pequeño diplomático jubilado que llevaba una vida tranquila y ahora no puedo pasearme por París sin que alguien me pare en la calle para darme las gracias. Es maravilloso». Ahora toca seguir adelante, aprovechar su lucidez y demostrar que podemos. Como dice Rosa María Artal: se va Hessel, es nuestro turno.
Descarga y lectura directa de ‘Indignaos’ en Trota-Mundos