La hipocresía de la sociedad sobre los animales, roza la esquizofrenia. Llevamos a los niños a ver películas protagonizadas por animales que son héroes, pero a la salida les invitamos a tomar una hamburguesa. Les compramos todo tipo de merchandising protagonizados por una gata con lazos, un pato con camiseta o una rata coqueta, pero no les enseñamos de dónde viene lo que comen. Qué vida tenía eso que ahora es su filete. Se compra los restos de animales en bandejas impolutas blancas, sin sangre, sin referencia a la realidad.
Y no sólo eso. Se compran animales como si fueran productos de consumo. Y es legal. Se abandona, se tortura o se maltrata con la consecuencia, en el peor de los casos, de una multa económica. Se les lleva a los niños al zoo o al circo para que vean leones y «amen» a los animales. ¿Cómo van a respetar nada si se les inculca que sacarlos de su hábitat y encerrarlos es «amar»? Suma y sigue.
Justo ayer tuve que ver Tadeo Jones. No voy a hacer crítica cinematográfica ni mucho menos, sólo decir que espero que Iberia (anunciante en el film) me permita llevar a mi perra en el asiento del acompañante como ocurre en la película. Se puede ser fantasioso, pero por qué mentir a los niños haciéndoles creer que nada harán que se separen de su mejor amigo cuando la realidad es que la incultura hará que no puedan ni tomarse un café con ellos. Afortunadamente, nada más acabar la película, encontré esta buena noticia en Igualdad Animal:
Una asociación madrileña crea la primera flota de taxis amigos del perro en España
Leyendo la noticia te quedas con que esa humanidad sólo responde al sentido común. Uno de los taxistas comenta que precisamente la gente que viaja con animales en taxi suele corresponder a una urgencia veterinaria. ¿De verdad hay taxistas que te negarían llevarte al veterinario si tu perro y gato se están muriendo? Además eTaxi tiene claro que no están haciendo nada del otro mundo, y el servicio en estos taxis tiene el mismo coste que en cualquier otro. Fundas para el asiento y anclajes para los arneses de los animales es el total de la equipación.
Una realidad (in)visible 
Hace unos años trabajaba en un cine y dos señoras de 70 años venían todas las semanas. Un día fueron a ver Dos Hermanos (Deux frères, 2004), una película sobre dos tigres nacidos en libertad que son cazados de pequeños, mal-vendidos, utilizados en un circo, … con un final feliz en el que vuelven a la selva de donde salieron.
Las señoras salieron tan encantadas con la película que volvieron ese fin de semana con sus nietos.
En ambas ocasiones (y en muchas otras) las señoras llevaban abrigos de piel, zapatos de cuero y una de ellas, un cuello de piel de zorro de esos con cabeza de zorro incluída.
Exacto. Ese uno de los reflejos de esta sociedad cínica, que no rechaza que esté mal, pero mira para otro lado; que no tiene más excusas que el especismo para seguir con esta locura.