En el pasado mes de diciembre, desde la Fundación Internacional Baltasar Garzón me ofrecieron colaborar con ellos en el programa de radio que tienen con la Universidad de Jaén. Se trataba de una ocasión especial, ya que la fundación junto con otros colaboradores,desarrollarían una programación centrada en la solidaridad y unida por un abecedario. Sara, María -ambas de la Fundación- y yo nos ocupamos de la ‘a’ de ‘acogimiento’. Es increíble que de repente, para las tres, la palabra acogimiento se tradujera en realidades sociales tan diferentes. Inmediatamente surgió en nuestra mente la polémica medida por la cual el Gobierno pretende sancionar a los que ayuden a inmigrantes sin papeles. Una reforma del Código Penal que su simple borrador a puesto en pie de guerra no sólo al colectivo inmigrante, sino a todos aquellos que luchan para que la hospitalidad con el que lo necesite siga siendo un orgullo y no un delito.

Y hablando de inmigrantes, en seguida surgió una parte de este colectivo que es todavía más vulnerable: los menores. Entonces centramos esta parte del programa en un caso conocido en el fútbol, la historia del nigeriano Sunny Sunday. Con sólo 16 años se vio sólo en Francia víctima de la estafa de un supuesto representante. Gracias a la acogida de otros compatriotas y demás personas que se encontró en el camino, logró ganarse la vida y hasta jugar en primera división. ¿Y cuantos menores como él se encuentran sin familia en España? Ese es el caso de miles de niños en España, que se reparten entre centros de acogida y familias mientras esperan la adopción o volver con los suyos.

Por eso recurrimos a la asociación Apraf, que facilita la coordinación entre la Administración que tiene la custodia de los menores desamparados y las familias de Jaén que generosamente quieren hacerle lo más llevaderos a estos niños la situación en la que se encuentra. Gracias al presidente también conocimos la experiencia de Dolores, una madre de acogida veterana que no deja que la mayoría de edad rompa los lazos con estos menores. Por último, en pleno mes de diciembre, nos acordamos de los que por el frío y por las Navidades más pueden echar de menos un hogar: las personas sin techo. Contactamos con la Fundación San Martín de Porres, que hace mucho más que satisfacer las necesidades básicas de este colectivo, sino que les llega a proporcionar una familia gracias al personal y a los voluntarios de la fundación.
En cualquiera de los tres supuestos de acogida, nos recordaron lo mismo: cualquier día podemos ser nosotros quienes nos encontremos en la situación de necesitar ser acogidos. También aprovecharon para denunciar lo que desde estas páginas siempre estaré dispuesta a gritar: los recortes en servicios sociales nos afectan a todos y sólo corresponden a ideologías contrarias a la igualdad, nunca a la austeridad.
Puedes descargarte el programa entero en este enlace: http://goo.gl/L0VDa