Muchos insinúan que los recortes a cooperación va a hacer que las ONGD ‘espabilen’ y no sean tan dependientes de los fondos públicos. Otros aseguran que España está bastante mal como para mejorar las realidades de nadie. Otros se excusan en que la Ayuda para el Desarrollo es imagen exterior y debería canalizarse toda a través del Ministerio para así prescindir de la cooperación autonómica o local. Errores.
El dinero de los Presupuestos Generales del Estado es de todos, al igual que el que se da a la Iglesia o a la Casa Real; no es lismona, es una deuda que tenemos con países más vulnerables por culpa de la Historia; las conexiones que se hacen a través de la ayuda exterior y la sensibilidad es diferente según comunidades y eso no debe perderse.
Así, con la percha de lo que los PGE repercutirán sobre la cooperación de la comunidad gallega, cuento un proyecto que practicamente nadie conoce, que implica la mejora de la vida de más de 20.000 personas y que difícilmente se volverá a repetir: Oxlajuj Tz’ikin en Guatemala.